google-site-verification=plb7qoZpgJcHniM2ezhBQSRYoWQzJFZ2qXNkOvcjI94 “Y todo por amor” / Por: Clara Pascual
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“Y todo por amor” / Por: Clara Pascual

Seamos conscientes de ello o no, todos vivimos con un anhelo, el de volver a sentirnos como seres completos. Nos pasamos media vida sintiendo un vacío que tratamos de completar mirando fuera, intentando descifrar dónde se encuentra lo que se conoce en la literatura del Rey Arturo como el santo grial, que es nuestra propia “búsqueda del tesoro”, y que cada uno vive como si de una película se tratara.


En nuestro afán de recuperar ese tesoro, lo buscamos en adicciones, en nuestras relaciones con los demás, en nuestros logros y éxitos, en emociones exaltadas, en altibajos que nos hacen al menos sentirnos vivos. Y así vivimos el drama. Un drama que no es en vano, pues en cada drama se halla una oportunidad de transformación y de encontrar nuestro santo grial particular.


La razón por la que buscamos fuera de nosotros, es porque en algún punto olvidamos que fuimos nosotros mismos quienes escondimos aquello que anhelamos encontrar.


Y es que, paradójicamente, nunca pensaríamos que aquello que estamos buscando, es aquello que un día lejano (“érase una vez”) decidimos rechazar de nosotros mismos. Como si nos hubiéramos intentado deshacer de una parte de nuestro ser y ahora nos hallamos en la hazaña de recuperarla para volver a sentirnos completos.


Pero de nuevo nos cuesta reconocer que nadie más nos arrebató esa parte, si no que somos nosotros mismos los que nos deshacemos de trocitos de nuestro ser. A esas partes esenciales nuestras que fueron rechazadas, se les atribuye el nombre de "la sombra".


La sombra no es solo aquello que no aceptamos de nuestro ser o esencia, sino también la razón por la que no lo hacemos. Por eso nuestra sombra, en su intento de llamar nuestra atención, nos persigue como un monstruo que busca la luz con la esperanza de que seamos capaces de verlo e integrarlo de nuevo. Este proceso de sanación pasa por transitar el arduo camino del héroe, que, en su búsqueda, transcenderá y transformará su historia.


Esa experiencia transformadora, no es otra cosa que el resultado del encuentro con la propia sombra y la recuperación de todo aquello que hemos desechado por el camino. En otras palabras: lo que un día pensamos que era inaceptable de nosotros, aquello que nos causó un daño cuya responsabilidad nos atribuimos, o simplemente aquello que no encajaba con nuestro entorno familiar, cultural o social.


De hecho, al hacer el trabajo interior de la integración de la sombra y del niño interior (trabajo que va de la mano), nos encontramos con que muy probablemente te sentiste forzado y no viste otra salida más que la de expulsar aquellas partes de ti con unos objetivos en común: el de protegerte a ti mismo del acontecimiento que ocurrió, y el de honrar a los tuyos y al entorno al que pertenecías.


Y todo por amor. Por amor desterraste a una parte de ti. Por amor al lugar al que pertenecías. Por amor hacia ti mismo. Por amor hacia los tuyos.


Y es ese mismo amor el que te ha dirigido hacia una larga búsqueda en tu vida, una búsqueda que te guiará a encontrarte contigo mismo, sanar y sentirte completo de nuevo. Fue por amor por lo que en su día creamos una sombra, por la que ésta nos persiguió toda una vida, y por amor nos la pasamos anhelando recuperarla de nuevo.


Clara PascualIg: @clara.integracionybalance





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